Catalá: "Cada vez que tenemos un problema vamos al juzgado y eso tiene que cambiar"

El presidente del Centro Español de Mediación (CEM), Rafael Catalá, ha concedido una entrevista al diario ‘Información’ con motivo de la jornada que celebrará la institución el 30 de junio junto a la Cámara de Comercio de Alicante y el Instituto Promediación para abordar, entre otros asuntos, las novedades planteadas por el Proyecto de Ley de Eficiencia Procesal, que prevé establecer la obligación de acudir a la negociación previa entre las partes antes de presentar una demanda ante los juzgados de justicia. 

Catalá se ha mostrado confiado en que esta medida impulsada desde el Gobierno ayudará a descongestionar el sistema de justicia, sometido a una creciente carga de trabajo como consecuencia de la pandemia y de la actual coyuntura económica. Una presión, ha advertido, que puede ir a más en el futuro. “Las crisis económicas son un detonante de la litigiosidad porque hay muchos impagos, muchas obligaciones que se dejan de atender y la moratoria que se concedió en la obligación de declarar el concurso de acreedores finaliza el 30 de junio. Creo que va a haber muchos concursos y mucho trabajo en la mesa de los juzgados de lo mercantil en los próximo meses”, ha asegurado. 

El presidente del CEM ha señalado que “con que un 10% de los asuntos se canalicen a través de la mediación”, como calcula el Ministerio de Justicia que ocurrirá tras aprobarse la norma, “se evitará a los tribunales alrededor de 200.000 casos”. Según ha recalcado Catalá, se trata de una cifra que por sí misma no resolverá el problema de la saturación judicial, aunque sí contribuirá a aminorarla si se combina con otras reformas. “Necesitamos más juzgados especializados en temas económicos. También hay que simplificar las leyes procesales. Tenemos unas leyes garantistas que permiten muchos recursos y apelaciones. Necesitamos leyes más ejecutivas. En tercer lugar, hay que incorporar de una vez por todas las nuevas tecnologías a la Justicia. Y luego, debemos ser conscientes de que no tenemos que ir a un juzgado para cualquier cosa. Si me debes 500 euros, vamos a negociar”, ha apuntado.

La mediación busca que las partes sean capaces dialogar y de encontrar soluciones a sus conflictos a través de la intervención de un tercero. “Eso significa que el acuerdo lo tienen que alcanzar las partes, no se lo imponen, como sucede en una sentencia, donde es el juez el que dice si tienes razón o no tienes razón”, ha explicado Catalá que también ha defendido las ventajas de este método alternativo de resolución de controversias. “Mientras que los procesos mercantiles se resuelven de media en cinco años en vía judicial, una mediación dura semanas o, como mucho, unos cuantos meses si el tema es complicado”. Y en términos económicos (costes de abogado, procurador, costes procesales, etc.) la proporción es de uno a cuatro a favor de la mediación”.

Ante la pregunta de por qué la mediación no ha logrado despegar en España a pesar de sus beneficios, Catalá ha argumentado que existe un déficit de información entre los ciudadanos. “En España tenemos mucha tradición jurisdiccional. Nos quejamos de la Justicia, que si no es independiente, que si es lenta, pero cada vez que tenemos cualquier problema lo primero que hacemos es irnos al juzgado y eso tiene que cambiar, aunque es una labor lenta. Por otra parte, en muchos países de Europa y en los países anglosajones la mediación es obligatoria y esa obligación en España no ha existido hasta ahora”. De ahí que, desde su punto de vista, la reforma planteada por el Proyecto de Ley de Eficiencia procesal sea tan relevante.    

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